Históricamente, la educación ha sido un motivo más de segregación entre hombres y mujeres. De hecho, España no alcanzó una educación igualitaria para todos los niños hasta 1975, coincidiendo con la transición democrática. No obstante, todavía existen colegios de iniciativa privada exclusivos para niños o niñas.
Hasta la primera mitad del siglo XX, la enseñanza de los más pequeños era un privilegio reservado para las familias más adineradas, que contrataban profesores privados para encargarse de la educación de sus hijos. Cuando la familia contaba con más de un primogenito y tenía que elegir entre uno de ellos para que recbiera una educación de calidad, el varón era el elegido. Y en el caso de que una niña recibiera clases de un maestro, las enseñanzas eran diferentes que las impartidas a un niño. Así lo explicaron los manuales de la Sección Femenina de la Falange Española, fundada por Pilar Primo de Rivera, hermana del dictador:
«Lamujer tiene obligación de saber todo lo que podríamos llamar parte femenina de la vida: la ciencia doméstica es quizá su ‘bachillerato’. Un arquitecto no puede ser bueno si no dibuja bien; un ingeniero, sin el conocimiento de las matemáticas, sería un fracaso; lo mismo sucede con las mujeres: su base fundamental es la casa; guisar, planchar, zurcir, etc.»
Consuelo Pérez nació el 25 de enero de 1929 en Ubeda, una pedanía de la localidad alicantina de Pinoso. Vivió con cuatro años el paso de una dictadura a la II República. Con siete sufrió la Guerra Civil y con once años dio la bienvenida al Franquismo. Consuelo conoció la segregación en la escuela. En el hogar le esperaba un rol muy determinado. Nacida en el seno de una familia humilde, Consuelo vivía con sus padres y sus cinco hermanos en un caserío, propiedad de unos señores de alto estatus social.
La función de la familia de Consuelo era cuidar de la casa, alimentar a los animales y explotar las tierras de cultivo.Consuelo repasa en este vídeo su paso por la escuela. Como recuerda, “las clases estaban divididas en dos partes; en una estaban las chicas y en la otra, los chicos”. La mujer indica que la maestra enseñaba tanto a leer y escribir como a realizar tareas domésticas. Consuelo también habla sobre sus tareas en el hogar. “Limpiar la casa o hacer la comida” eran algunas de sus funciones en la casa. Además, Consuelo explica que madrugaba para realizar las labores domésticas antes de ir a la escuela.
Las mujeres predominan en la Universitat
La igualdad en la educación en España no se alcanzó hasta el periodo de la transición democrática. Actualmente, España puede presumir de ofrecer una educación pública igual a todos los niños. No obstante, como se comenta anteriormente, todavía existe centros privados exclusivos para mujeres ó varones.
En el ámbito universitario, las mujeres han recuperado el terreno perdido. Mientras que en la primera mitad del siglo XXla Universidad era un espacio predominantemente masculino, esta situación se ha revertido en las últimas décadas hasta el punto de que hoy en día el número de mujeres matriculadas es superior al de hombres.
Los datos de la Universitat de València ponen en evidencia esta dinámica. En el curso 2008-2009, 28.014 mujeres se matricularon en la Universidad, lo que supone el 61,3% del total de estudiantes matriculados. El 38,7% restante corresponde a los hombres. En total, 17.717 varones cursaron sus estudios en la Universitat de València ese año.
Aunque la siguiente tabla refleja que esta dinámica desciende ligeramente, el número de mujeres matriculadas sigue siendo superior al de hombres con una diferencia de un 20%.
Perspectivas de género en la sociedad 
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